Anclado en el pasado, yace el último bastión de instrucción y disciplina. Perdido en un océano azotado por soberbia y envidia, manchado por el pasar del hombre en su facción más destructiva. Cada estancia supone enigma y reto al explorador del tiempo, nutriendo mito y leyenda, avivando fuegos fatuos que florecen de los centenarios muros. A nuestro paso, pondremos con temor y respeto todos nuestros sentidos ante lo desconocido, lo nunca visto que a modo de heraldo, parece advertirnos que la soledad no es opción, sino imposición, amargo destino y final de nuestro relato...
Hacía tiempo que no pasaba por Obsoletum. Me he puesto al día de tanto "pasado". Como siempre, no podía fallar: Obsoletum continua elegante y evocador. Estremece sentir como el ayer quiere saltar desde el fondo de la fotografia. He aqui tu maestría. :). Fernando.
ResponderEliminarHola Fernando, me alegra que sigas por aquí y que comentes las sensaciones de las fotografías... un saludo y gracias por comentar.
EliminarComo siempre sabías palabras que hacen pensar y valorar el pasado para un mejor futuro
ResponderEliminarGracias por el aporte y la reflexión... un saludo.
ResponderEliminarMadre mía! Menudo montón de reliquias.... La caja fuerte, esa estufa..., la singer.... ¡Es fantástico! ¡Enhorabuena Sergio! Tienes razón, cada rincón es un mundo.
ResponderEliminarSansan
Recorrer su interior fue realmente de infarto. La primera vez al ser varios, intentando no desperdigar nos y con sigilo... la segunda vez que fui solo, una verdadera pasada; con perro incluido rastreándome.
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